Evento 4 | Servidor 16 | Lou
Aquí mi historia...
La he resumido lo mas que pude para que no sea tan larga y le he quitado todo el drama para no traumarlos (aunque seguramente deje un poquito, pero les aseguro que todo lo fuerte lo elimine). Son libres de pensar quien es cada personaje y de verdad me hacia ilusión hacerla de esta manera, como si fuera mi propio personaje el que la esta contando (Porque el la vivió (siendo controlada por mi)). Jaja, este fue un momento en el que me tomaba el juego muy enserio, por lo que es un momento el cual no quiero olvidar.
Disculpa si se enredan al leerlo, yo también lo hice. No falta agregar que los quiero a todos. <3
Las narraciones son todo lo que esta dentro de los ''-'' que es prácticamente todo. Y lo demás es lo demás.
Vidalia, año 9919.
-Épocas oscuras habían llegado para el reino, abundaba la locura y desesperación. Se originó una gran guerra, el Comandante (gobernador del acantilado campeón) manejaba nuestro ejército, pero no pudimos contra ello, todos caímos, ya era inevitable, la diosa protectora nos había abandonado muchos años atrás, solo quedaba descansar en un eterno lecho; todas las regiones fueron arrasadas por esas abominables bestias ¿Pero que eran esas bestias?, almas corrompidas por la magia oscura reside en la ''Ciudad de los muertos'', y estando al mandato del Angulo Caído (un ser formado por centenares de almas agonizantes), consiguieron extinguir a todos los seres vivos sin discriminar por tamaño, raza o especie, toda la vida pereció ese día...-
Luego de varias décadas de los hechos.
¿!estoy viva...!? -Al parecer la diosa de la vida se había apiadado de este mundo, una nueva Vidalia se volvió a surgir entre toda la vegetación que se generó en el lugar al pasar del tiempo- Un día solo aparecí frente a ella, la diosa me había dado un cuerpo -y momento después desapareciendo de mi vista- No podía creerlo, yo había muerto pero ahora estoy aquí, en este nuevo mundo... -Al parecer me encontraba en pequeño pueblo lejano a la ciudad, en donde encontré gente muy agradable que me ayudo (a una completa desconocida) dándome comida, refugio y ropa, a cambio de pequeñas tareas-.
-Después de un tiempo decidí salir de del pueblo, quería ver este nuevo mundo de pies a cabeza, pero para eso necesitaba un arma, anterior mente yo usaba una espada cuando estaba en la caballería, así que me vendría una muy bien en este momento, procedí a comprar una en la pequeña herrería del pueblo y salí de ahí. Emprendí mi viaje acompañada de una pequeña ninfa de la naturaleza (dicen que cuidan a todos los animales, la cual me seguía por todas partes- Mmm… me han dicho los de pueblo que estos seres le atraen las almas cálidas ¿Mi alma es cálida? Jajá, no. Seguramente me sigue porque mas atrás tuve que enfrentar algunos buitres para poder pasar y tal vez está esperando el momento para acabar conmigo, pero si fuera cierto lo que digo ¿Por qué me está ayudando?. Al fin, llegue a la parte central del reino! Ah, no es nada parecido a como era antes, está en completa armonía con la naturaleza y fluye mucha magia en el ¡Genial! Aunque me gaste todo el dinero en este viaje, me parece que tendré que buscar algún lugar en donde pueda conseguir mas. –Todo era diferente, aunque coincidentemente tenía el mismo nombre-.
-Muchísima gente llegaba de todos lados para comprar y vender artículos, la plaza estaba llena de una gran actividad comercial- Hay muchísimas personas aquí. ¡Hay, disculpen alguien me podría como pued…! –Nadie me hacia caso, ni notaban que estaba ahí, debe ser por la basta cantidad de personas que había. Pasaron los días y yo ya había encontrado una forma de ganar dinero haciendo encomiendas a los habitantes del lugar- Gracias por todo, espero que esos Duendes no vuelvan a tomar el muñeco de su hijo (que señora mas adinerada, con lo que me pago se hubiera comprado muchos muñecos, supongo que las jerarquías también son distintas). –Bueno, no me iba a quejar ya que después de todo me venía muy bien ese dinero- . Que exhausta, no creí que me pudieran dar tanta pelea unos simples duendes. –Me recosté de un almacén que estaba en una esquina de la plaza, estaba cansada y ya no podía mas. Un caballero entro a la plaza, destellaba a la vista de todos, yo no podía dejar de mirarla, se acercó al almacén y empezó a sacar algunas cosas- ¿Eh, para mí? –Me estaba dando algunas de las cosas que saco, tal vez pensó que era una limosnera y sintió lastima, o simplemente le sobraban y pensó que me podrían servir, sea cual sea la razón no podía aceptarlo nada mas así- Disculpe, tenga esto (50G que había reunido en los últimos 3 días, pero era todo lo que tenía) –Me costó mucho, pero al final logre que aceptara el dinero, se sentó junto a mí y pasamos un buen tiempo hablando (Siendo mas detallada fueron unas 2 horas mas unos 20 minuto aproximadamente)- Oh, creo que se está haciendo tarde ¿un gremio, de verdad? –Se había dado cuenta de que no tenía donde ir, seguramente me iba a quedar vagando por la plaza si no fuera porque ella me había invitado a su gremio-.
¿Es aquí?
Oh, nunca había estado en un lugar como este, es enorme –Unirme a su gremio fue lo mejor que me había pasado, todos eran como una familia ayudándose y mejorando juntos. En no había nada como esto (si que existían gremios pero no eran tan asombrosos como ahora, ni tan unidos-. ¿Ese equipo es para mí? Es muy caro, no creo que pueda pagarlo… (Ni con 100 días de trabajo podía pagarlo) –Me dijo que era equipo viejo y que si nadie lo usaba se iba a quedar en el almacén, al final lo tome-. Me da vergüenza obtener algo como esto y no poder darte nada a cambio, pero me esforzare al máximo por ello. –Conocí a todos sus compañeros y poco después a su esposo, era muy alegre (y un poco mandón) siempre andaba diciendo cosas súper inspiradoras para que todos mejoren, por ejemplo: ‘’Jajá, yo hice unas 50 misiones ayer’’, ‘’¡A trabajar!’’ y la que mas inspiraba era ‘’¡Mejoren!’’ de verdad me ayudaron mucho en mi estancia-. No, no puede ser ¿A dónde van? –luego de unos 3 meses surgieron problemas, ella había terminado con su esposo y me termino encargando el gremio a mí- ¿Qué se supone que vamos a hacer? No pueden irse, no después de todo este tiempo. –El se había ido a un territorio inexplorado aclamando que ya no era nadie, y ella mas 2 confidentes que la seguían a ella desde sus inicios (eran un archi-mago y un sacerdote mayor). No paso mucho tiempo para que cayera-. Como es posible que me lo confiara a mi, no puedo sola –Habiendo gremios mas estables en estos momentos no tuvimos mas opción que tomar una decisión- Tenemos que hacer algo, no podemos seguir así –No hubo de otra, siendo un gremio que ya solo recordaba aquel suceso… solo me quedaba disolverlo-.
-A los pocos días oí un rumor de que pudo haber creado otro gremio, este tenía un nombre que se refería a las personas ordinarias (un término que parecía sacado de un libro)- Si era verdad ¡Aquí estas! –La había encontrado. Le conté todo lo que paso, que entre todos lamentábamos mucho no haber podido manejar el gremio (en especial yo), poco después me encontraba en el mismo gremio que ella otra vez, los otros 2 aún no se me daba la oportunidad de poder conocerlos bien- ¿Quién es? –poco tiempo después entro otra persona al gremio, creí que era un novato pero resulto ser el mas fuerte de todos nosotros- ¡Oye! ¡Disculpa! ¿¡Estas!? –Después de haberse casado con aquel hombre ese volvió muy distante de todos, de los demás miembros, de mi… Se volvió un gremio con mucho renombre gracias a el, todos querían entrar, con tantos miembros no era raro que surgieran muchos problemas, el sacerdote fue el primero en dejar de tolerarlos, yo a un podía- Quédate quiera. ¿Jajá, enserio? Bueno eso es ¡Hola! –conocí a una pequeña maga (parte de los nuevos miembros que llegaron), pareciera que rebosaba de energía infinita, nunca se cansaba, siempre alegre, yendo de aquí para allá, no tenía preocupaciones ni le importaba lo que dijeran de ella, aunque no sabía muchos hechizos pero de igual forma se las apañaba para lograr sus cometidos- No aguanto esto mas… -¿habré llegado a mi límite? Ya no podía seguir con esto, ya no la veía a ella, la persona por la que estuve ahí desde un comienzo, me hubiera quedado, no por ella, si no por la pequeña maga que revoloteaba por todos lados, su actitud y la charlas que teníamos era lo único que me mantenía dentro del gremio (lastimosamente no estuvo ese día)- Muchas gracias por todo este tiempo, me temo que ya no necesitare esto –Deje todo lo que tenía en ese momento, era como el comienzo, nadie se daba cuenta de lo que esta haciendo, ni tampoco el por que lo hacia, ese día tan solo se me saludarlos por ultima vez, decir...- ¡Hola a todos! -con una sonrisa exorbitante mientras me daba la vuelta y me dirigía hacia la salida-. |
